viernes, 22 de octubre de 2010

¿Pero... con eso se toca música?

Desde que alcanzo a recordar me he sentido atraído por cualquier objeto con el que se pudiera hacer música, se tratara o no de un instrumento diseñado para tal fin. Lo primero que toqué fue una antigua flauta de émbolo que había en casa. Después vinieron el arpa de boca, la ocarina, las flautas de plástico, el ukulele, dos walkie talkies, la bomba de la bicicleta y hasta el grifo de la cocina, así como una legión de pequeños instrumentos de bajo precio, algunos de los cuales conservo. Siendo adolescente tuve mi primer instrumento profesional, un clarinete -y después otros muchos-  pero nunca se ha desvanecido en mí el amor por todos aquellos cacharros aparentemente absurdos. En este blog quiero agradecer a esos instrumentos las horas de satisfacción que me han proporcionado, y que sigo reviviendo cada vez que encuentro por ahí un juguete que incorporar a esta colección que ahora comparto con vosotros. En la medida de lo posible, dada la falta de tiempo, acompañaré las fotos y los textos con archivos de sonido o vídeo.
El criterio para exponerlos aquí no es muy estricto; igual da que se trate de un instrumento folklórico, un sintetizador o un saxofón; basta con que sean curiosos, extravagantes o inusuales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario